miércoles, 27 de febrero de 2013

Pase a ciegas

Ayer, tuve la oportunidad de ir a un pase a ciegas al único cine que queda en mi ciudad, al que se puede ir andando, con paciencia, claro está, porque desde mi casa tardo alrededor de 25 minutos a buen paso; todos los demás han cerrado hace cinco años, más o menos. 

En uno de los innumerables boletines que llegan al correo electrónico apareció un día un sorteo en el que el premio era un pase a ciegas en el cine, y como a una servidora el cine le gusta mucho, me apunté, sin mirar fechas, porque por apuntarse que no fuera, igual tenía suerte, y la tuve.

El caso es que estaba a la expectativa de que película sería, porque si era de miedo, sólo tenía dos opciones: salir del cine o echarme una cabezadita. Por suerte, se trataba de una película que tenía ganas de ver, aunque visto el principio, aquello solo podía ir a mejor, porque no me gustó nada de nada. Y, efectivamente, aquello mejoró y resultó ser una película por la que no me hubiese importado pagar por ver, una comedia de las que te hacen olvidar el mundo real, pasas un buen rato y sales pensando en "lo guay que sería".

La peli es "Dando la nota" y el trailer no hace honor a los momentos musicales de la película, es más, la pone como una comedia de adolescentes colgaos, y también lo es, pero hay bastante más detrás de eso. 

No ganará ningún premio a mejor película pero sirve para pasar un buen rato.

sábado, 23 de febrero de 2013

Noche con anuncio de temporal

Esta noche, sí es la noche, es aquella en que la cota de nieve bajó mil metros a lo largo de todo el día, en que vi los termómetros marcar cada poco un poco menos de temperatura, en que el aire olía a nieve... tantas cosas...

Y para entretenerme me he estado paseando primero por la calle, y después por internet, en busca de proyectos que hacer con mis "celitos mágicos", los washi/masking tapes.

Por casualidades de la vida, este fuente de inspiración que es Fall in Style, hoy me ha ayudado mucho al publicar en su blog: www.fallinstyle.blogspot.com, precisamente eso, proyectos con este celo, así que aquí me veo, en casa, luchando con pinzas, interruptores y hasta paredes, buscando el mejor modo de renovar el ambiente.

De momento, he forrado un par de tubos de cartón duro con ellos, uno será un soporte para piruletas en el trabajo y el otro promete (si la tapa sigue en su sitio) un bote para miniherramientas.

El paso siguiente es atacar a las indefensas pinzas de madera, que de momento siguen en su bolsa aunque no sé por cuanto tiempo más... y un calendario planificador para lo que una caja de zapatos conocerá una nueva dimensión...

También añado, que la cocina me llama y tengo unos cuantos moldes de galletas listos para ser estrenados...el retomar el punto de cruz también está en esta lista, sin olvidar el quedar con amigos y familia para disfrutar de nuestra compañía, así que casi nada me espera en este fin de semana invernal.

¿Cuánto conseguiré hacer de aquí al lunes a mediodía?

domingo, 17 de febrero de 2013

Un sábado diferente

Me declaro una seguidora de Ismael Serrano, me gusta su música y no me gusta entrar en detalles de si es mejor o peor que alguien. La sencillez de los instrumentos me parece que acompaña muy bien a la letra de las canciones, que para mí, es donde radica lo interesante de las mismas. Y teniendo en cuenta que iba a venir a la provincia, había que, al menos, plantearse el ir o no ir.

Estuvimos meses tratando de decidir entre ir o no ir al concierto de Ismael Serrano que tenía lugar este fin de semana. Ya estaba decidido que no iríamos cuando un disco cambió la decisión ya tomada. Lo escuché una noche, mientras hacía diversas tareas en el ordenador y decidí que había que ir a pesar del precio de las entradas. Me encanta como habla, lo que dice y cómo se expresa. Por lo que allá fui, a por un par de entradas, que conseguí sacar en el cajero en el tercer viaje al mismo, porque, casualidades de la vida, hasta ese último intento no salía la opción de escoger las butacas que querías.

Y qué decir tiene que me gustó, aunque fue algo más flojo que los anteriores, opinión en la que coincidimos la señorita acompañante (sí, Roci, hablo de ti) y yo, pero de todas formas un gustazo.

A continuación, llegamos a casa y nos disfrazamos las dos ya que nos estaban esperando en el bar de costumbre para celebrar el carnaval: había otras dos niñas pequeñas aparte de la que venía conmigo, un Lobezno, un cura, un ganster, una niña de colegio privado con uniforme y todo y una sevillana. De lo más variopinto, teniendo en cuenta que mi disfraz era de hada madrina. Y entre bromas, risas y demás anécdotas pasó esta noche un tanto diferente.

martes, 12 de febrero de 2013

Una afición retomada: la papelería

De un tiempo a esta parte, he vuelto a retomar (aunque no es del todo correcto porque jamás la he abandonado) mi gran afición por los artículos de papelería: papeles estampados, bolígrafos, gomas de borrar, sellos, clips, pegamentos, cintas, tajalápices y un sinfín de productos más que hacen mis delicias.

Casi se puede decir que soy feliz en tiendas como Carlin, Retif, la sección de papelería de El Corte Inglés y cualquier superficie que disponga de estos productos.

Mi historia comienza allá por los tiernos 6 años cuando comencé mi colección de gomas de borrar, tenía un neceser grande lleno de ellas, de varias formas, tamaños y colores, que, por si cabía alguna duda, no eran para utilizarlas para corregir, sino para  estudiarlas, observarlas, jugar con ellas y casi adorarlas. Pero, como tantas otras cosas, está perdida tan magnífica recopilación de artículos correctores.

A continuación, me decanté por los papeles de carta, esa moda que para algunas se quedó sólo en eso pero que para mí empezó a definir un carácter y una forma de ser. Los tenía (y tengo) en un archivador de acordeón, separados por categorías (no modificadas a través de los años) y a la caza y captura de material nuevo en cuanto tengo noticia de algún negocio en el que todavía los pueda encontrar.

Después de estas dos etapas tan marcadas, vinieron una ingente cantidad de colecciones muy diversas, pero los bolis, y demás siempre han ocupado un lugar destacado entre todas ellas. 

Esta es una foto de los artículos más recientes unidos a mi colección, entre los que destacan los sellos preciosos de Fall in style, una buena amiga, que al parecer, tiene esta misma debilidad que yo:



miércoles, 6 de febrero de 2013

Otro babero vendido

Hoy se ha producido una venta más de baberinos. Esta vez ha sido "todo ternura" el que fue al encuentro de una carita que limpiar.
Este babero, es especial para mi, entre otras cosas, porque lo estuve planeando y pensando mucho. Qué decir tiene, que buscar el tamaño de los osos, la frase con la que juntarlos e intentar encajar el conjunto en el  pequeño espacio del que disponía, me llevó bastante tiempo.
La frase de todo ternura vino con motivo delos propios oso que la acompañan porque viendo uno de ellos en cualquier lugar, pienso en lo tierno que es, la suavidad, la dulzura, y si se lo añadimos a una pequeña criatura que más puedo decir.
Otro punto que hizo retrasarlo en el tiempo fue encontrar el color en el que quería hacerlo, claramente sería marrón, pero de entre todos los disponibles, el escoger solo uno resultó bastante difícil, aunque al final me decanté por el que más se asemejaba al bies que lo remata.
En cuanto a los osos, soy plenamente consciente de que su ternura va únicamente ligada a sus crías y esto cuando no se sienten amenazados, pero la imagen de pequeños oseznos jugando por un monte en otoño, hace que casi olvide la realidad para centrarme en la imagen prediseñada.
También hay que tener en cuenta que esta imagen data de principios del siglo XX, hay varias versiones, y en casi todas están relacionados políticos del momento: desde zares, presidentes de EEUU o de la República francesa... y todo por buscarle una paternidad a este entrañable juguete.

Aquí, la foto del baberín: