martes, 29 de enero de 2013

¿Qué pasa con la moda?

La moda, ese gran tema, querido por unos, odiado por otros, interesante para los de más acá e indiferente para otro gran montón de gente.

Esta entrada viene de una frase que leí en una revista, que venía a decir que para vestirse mal, solo hace falta mal gusto y que la moda ayudaba a ello.

Cualquiera que lea este comentario, como poco, tendrá un enfrentamiento de ideas, o al menos es lo que sucedió en mi caso porque ¿no es la moda (en teoría) la encargada de hacernos "vestir bien"?

Un poco chocante en el menor de los casos. 

Tengo en cuenta que muchos diseñadores crean extravagancias con el fin de llamar la atención sobre ellos, su trabajo, su colección y su creación, de forma que logren adquirir renombre y que ello suponga un incremento de ventas, también soy consciente de que ciertas personas, tanto hombres como mujeres, se ponen en su día a día semejantes muestras de "creatividad", unos por llamar la atención sobre ellos mismos y sus circunstancias, otros porque son, sencillamente, de su agrado.  

Por otro lado, la moda del gran público (tomo la expresión prestada de un cartel que llevo viendo desde el viernes: "maquillaje para el gran público" que se refiere ni más ni menos que para el más común de los mortales, en lo que a economía se refiere) hace que cada uno se exprese más o menos, dentro de su conocimiento, posibilidades y en muchos casos, de las ganas de pensar a la hora de abrir el armario. Un ejemplo claro podría ser ese día que tenemos todos de vez en cuando (o que se repite sistemáticamente, depende de la temporada que llevemos) en el que te da pereza hasta pestañear y vas a lo seguro: el equivalente mental al vestidito negro, ese conjunto que va bien para casi todo y que te pones automáticamente cuando la neurona se niega a reaccionar. Otros días, sin embargo, y no necesariamente motivad@ por algún acontecimiento, te apetece arreglarte, prestas más atención a la ropa que vas a llevar, al maquillaje, a los complementos e incluso puede que pases una esponja por los zapatos para darles un poco de brillo (en mi caso, esto es casi casi como una estrella fugaz: nunca se sabe cuando volverás a verlo). Refiriéndome a esto último conozco un chico (que va camino de señor) que se presenta con un pantalón beige, los náuticos marrones (base de cualquier día) y cuando se siente inspirado se pone una camisa de rayas, con el jersey a juego (habitualmente del color de la raya) y los calcetines a tono, cuando son colores sencillos como azul, verde, marrón, e incluso rosa no te llama la atención, pero cuando el conjunto versa sobre un morado prácticamente luminiscente, no hace falte que él lo señale (que lo hace por si no te fijas en él) para que te llame la atención.

Después de esta reflexión solo queda una pregunta que responder: ¿te dejas guiar por la moda o la das por perdida?

Yo, desde luego, depende del momento.

lunes, 28 de enero de 2013

Otros ojos

No lo sé, sencillamente hay momentos, supongo que como en la vida de cualquiera, que me cambiaría de piel, de lugar de carácter y hasta de sonrisa, aunque solo fuera por ver el mundo, mi mismo mundo, con otros ojos que no me digan casi siempre lo mismo. Un poco de novedad por aquí, una nueva aventura por descubrir por allí, una noticia que antes no me habría llamado la atención e incluso un insospechado amor por los perros, algo, que me despertase de vez en cuando a otra realidad, pero dentro de la mía.

Pensando en esto, y recordándolo, con otros momentos en que lo sentí, lo intenté llevar a cabo, mi sinceridad conmigo misma que llegó a decir que sí, era divertido durante algún tiempo, mientras que no tuviese que volver al mundo real, a la rutina, a casa, y por si no resulta ya demasiado evidente, sucedió en vacaciones, no fue algo muy renombrado en mi historia, pero si una nueva experiencia, eso de inventarme facetas de mi misma, con las que en casa no me atrevería a experimentar por el qué dirán, básicamente, algo tonto, visto ahora y desde este momento en concreto, pero entonces me resultaba muy importante amoldarme a lo que se esperara de mí casi en cualquier ámbito. Ahora, algo pequeñito a cambiado, en la vida al público (refiriéndome al trabajo) me acojo a mi antigua máxima de cumplir con lo que debo, pero cuando puedo ser yo, sólo yo, estoy intentando, poco a poco, dejarme llevar una pizca, porque demasiado asusta un poco, la verdad. 

Y después esta esa frase que apareció hoy en mi cabeza "todo empieza con un quizá" y en mi caso, en muchas ocasiones así sucede, pocas veces hago algo sin haberlo pensado antes, y por supuestísimo que antes lo evalúo, lo mido y me pregunto "¿servirá para algo?" y la respuesta está empezando a ser "descubrámoslo".

sábado, 26 de enero de 2013

Un principio

En un momento, un comienzo, y una frase que te hace reir. Una sonrisa, una alegría y un principio.

Esta es una nueva aventura, como casi todo últimamente. ¿Qué voy a contar por aquí? Pues casi que ni lo sé. Sólo sé, que "la noche debilita los corazones" (como dice Ismael Serrano) y que las noches dan para dar muchas vueltas a los pensamientos, sentimientos, cuando la oscuridad nos envuelve, cuando todos los miedos quedan al descubierto y los sentimientos afloran sin previo aviso de forma que todas las inseguridades, profundos deseos y temores aparecen antes de conseguir siquiera procesarlos. De ahí viene el título de este blog personal al que me resistí durante bastante tiempo. Tuve otro, hace ya tanto tiempo, que olvidé la contraseña y no soy capaz de recordarla. Otra aventura, aunque más bien fue una moda, cuando todo este mundo empezaba a arrancar y el tener un "fotolog" te hacía sentirte parte del mundo. El subir fotos y comentarlas, aunque rara vez salía en ellas y era más para felicitar cumpleaños que casi para otra cosa, no había tiempo para meditar el qué escribir, entre libros y estudios, apenas era un breve comentario, una reseña, para decir que no me había olvidado, que recordaba a alguien o una fecha, algo.

En estos momentos, estoy por borrar todo lo que acabo de escribir, pero he decidido ahora mismo que me limitaré a revisarlo, este espacio es para las reflexiones que me rondan la cabeza, y claro, carecen apenas de un orden lógico, saltando de una parte a otro de mi mapa mental, que más bien parecen pequeños trocitos de ese plano que se volvieron a juntar sin orden ni concierto.

Y este es mi nuevo principio.